Tipos de Asexualidad y vivir sin deseo de sexo

La asexualidad es la carencia de atracción hacia el sexo, o el escazo o nulo interés por la sexualidad humana. También se puede considerar como la inexistencia de orientación sexual; o incluso, una de las orientaciones sexuales como son: la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad.

Aunque por ser un tema nuevo, objeto de desarrollo e investigación, existen diferencias entre algunos profesionales que lo consideran como una orientación y otros que no apoyan su inclusión como tal. Muchas personas optan por considerarla como la cuarta orientación sexual, aceptando así su papel dentro del amplio abanico de posibilidades de la interacción sexual humana.

Asexualidad

Hay que aclarar que es muy diferente al celibato y la abstinencia sexual, que son opciones incentivadas por convicciones de tipo personal o religioso. Algunas veces las personas consideradas asexuales pueden involucrarse con otras personas en actividades sexuales incluso sin sentir deseo o atracción hacia estas, por motivos como el querer satisfacer a su pareja o desear tener hijos.

Tipos diferentes de asexualidad

Es necesario considerar que existe la posibilidad para el individuo asexual , de sentir o no la atracción sexual. Encontramos, entonces, la gris-asexualidad, como definición que media entre la sexualidad y la asexualidad. Este incluye otros términos como: demisexual, fraysexual, akoisexual, cupiosexual, requiessexual, entre otros.

  • La gris-asexualidad es un concepto amplio que incluye a las personas que ocasionalmente sienten deseo sexual.
  • Los demisexuales son los que solamente experimentan este deseo hacia las personas con quienes anteriormente han creado fuertes conexiones emocionales estables. De ahí que se considere entre lo sexual y lo asexual. Este tipo de orientación tiende más a lo asexual ya que el individuo demisexual cuando encuentra este tipo de  conexión con una persona sin importar su género, solamente siente deseo sexual hacia esta específicamente.

Asexualidad y atracción romántica

La falta de deseo hacia el sexo no quiere decir que no se pueda sentir la atracción romántica hacia otras personas ,ya sea de un mismo sexo o su contrario; esto desmiente la creencia de que un individuo con estas características sea alguien sin sentimientos afectivos. Existen personas asexuales que contraen relaciones estables y experimentan una vida normal de pareja excluyendo el sexo como aspecto principal de la relación; el vínculo puede ser tanto informal como matrimonial.

En dependencia de la orientación romántica algunos asexuales se tildan a sí mismos como:

  1. Heterrománticos, que son los que se sienten atraídos románticamente hacia las personas del sexo opuesto.
  2. Homorrománticos, que son los que prefieren este vínculo pero con las personas del mismo sexo
  3. Birrománticos, que gustan de ambos sexos
  4. Panrrománticos son quienes independientemente de género o  sexo sienten este tipo de atracción.
  5. También encontramos asexuales que se consideran arrománticos, o sea, que no sienten tampoco atracción romántica.

Asexualidad

Es perfectamente posible convivir con otra persona bajo el acuerdo de profundizar en los lazos emocionales por sobre los físicos, teniendo siempre cuidado de que la persona elegida esté segura de que eso es lo que quiere y entiende a su pareja asexual.

Conceptos ciertos y algunos erróneos

La carencia del deseo sexual dista muchísimo de ser vista como un defecto, ya que es decisión de cada persona elegir adecuadamente de qué manera desea vivir e interactuar con el resto de las personas que conforman su mundo y sus relaciones interpersonales. Siempre que el individuo se encuentre claramente consciente de esto y no se deba a alguna noción errónea adquirida en algún momento de su vida. En este caso es primordial conocerse primero a uno mismo para superar el verdadero problema.

Existen profesionales que utilizan el argumento de que la persona asexual sufrió algún trauma en su infancia o que simplemente esa conducta está mal, para tildar esta elección de vida como un trastorno, pero esto muchas veces no es más que intolerancia ante este tipo de comportamiento. Lo cual logra afectar al individuo profundizando en la idea de que no es normal. Es muy necesario  reconocer que ya no es como antes, estamos en el siglo XXI y cada vez hay más personas conscientes de que la vida y la sexualidad  se pueden  vivir  de muchas maneras, siempre y cuando no afecte negativamente a otras.

Los hombres son más discriminados

Inevitablemente sucede en múltiples ocasiones que algunas de estas personas sufren cierto agobio y cuestionamiento por parte de otras que se consideran “normalmente sexuales” y que desean que estas se comporten socialmente y en la intimidad  de la misma forma que ellas.

También, en cuestión de géneros, los hombres suelen sufrir con más intensidad las presiones de la sociedad, llegando a ser etiquetados de manera errónea. Puede suceder, por ejemplo, que un muchacho rechace a una muchacha muy atractiva, entonces sus compañeros de grupo e incluso sus padres lo discriminen por esto. Resultando entonces crítico para este joven que se encuentra en crecimiento, y se sienta diferente en una forma negativa con respecto al resto de las personas.

Las mujeres asexuales

Igualmente, si es una muchacha que prefiere estar sin pareja, a pesar de ser atractiva para el otro sexo, puede ser juzgada e incluso ser considerada por sus conocidos como frígida o lesbiana. Por otro lado también encontramos adolescentes que no comparten los mismos gustos que sus compañeros y entonces, lo que para sus amigos es agradable para ellos no hace diferencia, ocasionando que se cuestionen su manera de ser supuestamente diferente.

Esto no es más que la consecuencia que conlleva crear patrones de comportamiento y gustos que se venden a una “mayoría” y no son más que conceptos de lo que “debería ser”, cuando en realidad el ser humano posee posibilidades muy variadas dentro de su sexualidad. Se han dado casos de personas que luego de años de matrimonio estable y con hijos, se han descubierto como asexuales, ya que el sexo nunca les interesó demasiado. Sin embargo, por presiones y la idea errónea de que la única forma de ser normal era la de casarse y tener hijos, se vieron obligados a cumplir con un rol que desmentía su verdadera personalidad.

Asexualidad

Indicios de asexualidad

Se hace igualmente necesario entender cuál es nuestra necesidad real en cuanto al sexo; puede pasar que nos guste la pornografía y masturbarnos, pero a la hora de tener sexo con otra persona no nos dan ganas, esto puede ser indicio de asexualidad. También pudiese ser que creemos con más fuerza en el vínculo afectivo que se crea cuando se comparte nuestro universo emocional íntimo, que compartiendo físicamente. Lo mejor en cualquier caso es aceptarnos, evitemos sentirnos diferentes e incompletos.

Muchas veces estas definiciones y conceptos ayudan enormemente a las personas a encontrarse y apoyarse dentro de una sociedad tan profundamente sexual, de ahí que  también existan grupos de reunión para las mismas, espacios de intercambio personal y de información. El solo hecho de tener consciencia de que existen más personas con estas características ayuda en la aceptación de sí mismos.

Para satisfacer la curiosidad

Existen numerosos espacios donde se pueden aclarar dudas y conocer personas de orientación asexual. Como por ejemplo:

  1. “The Asexual Visibility and Education Network” (AVEN) y su filial en español AVENes, creado en el año 2001 por David Jay y que incluye el apoyo de más de 76.000 integrantes de todo el orbe, también respeta la privacidad de estos ya que mediante un nick o apodo las personas pueden comunicarse para expresar sus diferentes visiones y hacer preguntas.
  2. En Estados Unidos e Inglaterra se realizan, cada cierto tiempo,  manifestaciones y existen masas unidas. Se han realizado encuestas que se pueden encontrar entre los datos de The Asexual Census, donde participaron 14.210 personas y el promedio de edad se observa de 13 hasta 77 años.
  3. En España existe la: “Asexual Community España” (ACE), creada en febrero de 2016 con el mismo propósito de unir personas y defender esta forma de relacionarse. Se dice que hay especialistas que incluso aconsejan forzarce a uno mismo a tener relaciones sexuales y es por formas como esta de tratar erróneamente a las personas con comportamiento asexual que se crean estas grandes comunidades. Acercarse a personas que comparten nuestras creencias es imprescindible para conocernos mejor si somos asexuales, heterosexuales, homosexuales o cualquier otra variante de la sexualidad.

Atributos que los distinguen

Asexualidad

Al igual que muchas otras agrupaciones de personas poseen atributos que las distinguen, existe una bandera distintiva de la asexualidad y se representa por cuatro bandas horizontales cuyos colores son, de arriba hacia abajo, negro, gris, blanco y morado. A las personas con esta orientación también se les llama “Ace” e incluso también se representan a veces con imágenes de tréboles, diamantes, corazones y espadas como en las barajas.

En el 2013 fue excluida  la asexualidad como un trastorno por el ” Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” (DSM-IV).

Personajes asexuales

Tanto en la literatura como en el cine y en la televisión tenemos numerosos ejemplos de personajes que dentro de su personalidad presentan rasgos claramente asexuales. Por ejemplo: el profesor Sheldon Cooper interpretado por el actor Jim Parsons en la serie “The Big Bang Theory”, quien no establece relación de tipo sexual ni con hombres ni con mujeres. Sin embargo, mantiene una relación afectiva e íntima con una muchacha, por supuesto, sin contacto sexual. El personaje de Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle también destaca como asexual, su mayor interés recae en su oficio y en sí mismo más que en mantener compañías afectivas.

Podemos afirmar que, si bien hemos dado pasos significativos para entender las relaciones humanas en sus variadas manifestaciones, es importante tomar consciencia de que nada es blanco o negro, sencillamente la vida está repleta de matices diferentes y para vivirla hay que apreciar conscientemente cada uno de estos. Es exactamente eso lo que la hace especial, por eso vivamos nuestra sexualidad o asexualidad de la forma que mejor nos plazca colocando el amor a la vida por encima de todo prejuicio y comprendiendo nuestras verdaderas necesidades.

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