Cómo tratar la genofobia o miedo al coito

Puede que nunca hayas escuchado previamente hablar del término genofobia, y que por lo tanto no sepas quién puede tenerla. Esto supone el miedo al coito, un problema que puede afectar mucho a las relaciones sexuales en pareja y a cualquier relación en general.

Si quieres saber cómo tratar la genofobia o miedo al coito, a lo largo del presente artículo te vamos a explicar en qué consiste y cómo puedes hacerle frente. Para empezar, debes saber que es una alteración que puede afectar tanto a hombres como a mujeres; y que las causas pueden ser muy diversas.

Esta fobia depende de experiencias subjetivas de cada persona, al igual que ocurre con otros muchos problemas que se encuentran relacionadas con el sexo.

Qué es la genofobia

El término «genofobia» se refiere al miedo excesivo o fuera de lo racional que presenta una persona  por el hecho de mantener el coito. Este problema para mantener sexo tiene la condición de fobia, tratándose de una condición patológica.

Esto se debe a que el ejercicio del acto sexual que se necesita para la reproducción o para disfrutar de placer y disfrute. Sin embargo, las personas que padecen genofobia,  consideran que sentirán un resultado totalmente opuesto, es decir, se asocia a miedo, rechazo, ansiedad o sufrimiento.

Este coito debe ser disfrutado tanto a nivel biológico como emocional y psicológico. Sin embargo, en este caso, al ser una fobia, se siente malestar físico emocional y psicológico.

Síntomas de la genofobia

Antes de explicarte cómo tratar la genofobia o miedo al coito, es importante tener en cuenta los síntomas asociados a este problema. De esta manera, se puede entender que se sufre esta fobia cuando se den algunas situaciones como las siguientes:

  • Sudoración excesiva
  • Sensación de ahogamiento y/o asfixia
  • Sensación de hormigueo en algunas partes del cuerpo
  • Sequedad en la boca
  • Palpitaciones
  • Crisis de pánico
  • Miedo

Al tratarse de genofobia, estos síntomas pueden aparecer en el momento de la penetración, pero también en otro tipo de situaciones en las que se abarque en algún aspecto la experiencia del coito, incluso con una conversación en la que se trate este asunto o unas caricias o acciones con connotación sexual.

De hecho, en muchas ocasiones, aquellas personas que tienen esta fobia, acaban adoptando la asexualidad como forma de vida. Lo hacen como una vía para protegerse de este tipo de situaciones sexuales que les pueden llegar a provocar tantas molestias.

Causas de la genofobia

No existe una causa concreta como tal para que se pueda padecer miedo al coito. La causa habitual acostumbra a ser, por lo tanto, alguna experiencia previa traumática, si bien hay que tener en cuenta que hay una serie de factores que también pueden invitar a que se sufra esta fobia, como son:

  • Afecciones que provocan dolor: Esto motiva a la persona a tratar de evitar el sexo e incluso verlo de una manera negativa. Alguna afección como el dolor genito-pélvico puede ser la causante de este miedo.
  • Disfunción: El padecimiento de algún tipo de afección puede llegar a impeedir que el coito se pueda desarrollar con normalidad, generando un malestar que provoca la genofobia.
  • Experiencias traumáticas: En muchas ocasiones experiencias traumáticas previas al acto sexual pueden llegar a provocar que haya miedo a la penetración.
  • Falta de información: La falta de información sobre sexualidad también puede influir en que se tenga miedo a la penetración.

Cómo tratar el miedo a las relaciones sexuales

Una vez conocidas las causas y síntomas de esta fobia, es el momento de indicarte cómo tratar la genofobia o miedo al coito. Para ello es necesario recurrir a tratamiento profesional para que valore cada caso en particular.

Para ello los especialistas se encargarán de valorar las diferentes técnicas para tratar el problema de acuerdo a la causa que haya provocado el mismo. Es necesario recurrir a profesionales puesto que estos son quienes podrán identificar el alcance y el tratamiento de la condición sufrida.

En ocasiones, dependiendo del diagnóstico y el pronóstico es necesario aplicar tanto psicoterapia como terapia a través de fármacos. Entre las técnicas psicoterapéuticas más utilizadas son aquellas de tipo cognitivo conductual.

Si consideras que sufres genofobia, lo recomendable es que acudas a un profesional para tratarlo, si bien hay algunas técnicas que puedes emplear para tratar de solucionar este problema, como son las siguientes:

  • Relajación muscular progresiva. Consiste en llevar a cabo técnicas de respiración profunda y pausada al mismo tiempo que se va tomando consciencia del propio cuerpo, viviendo el momento presente y abogado por lograr una relajación de diferentes grupos musculares.
  • Ejercicios de respiración: Existen diferentes técnicas de respiración que pueden ayudar a la hora de solucionar este problema. La relajación guiada puede ayudar a lograr el objetivo de solucionar este miedo.
  • Ejercicios de exposición: En muchos casos se llevan a cabo ejercicios de exposición, cuya finalidad es la de enfrentarse a ese medio de manera gradual o instantánea. Para ello se recurre al uso de diferentes herramientas e incluso sometiéndose al estímulo real.

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